Una manera de evaluar un proyecto para conocer sus repercusiones sociales, consiste en hacer un listado de aquellos agentes económicos que en forma prioritaria se relacionan con el proyecto; esta manera de hacer una evaluación la denominaremos Modelo Bussery, ya que fue este autor quien publicó, en el Boletín No. 19 de la revista de Naciones Unidas denominada Industrialización y Productividad, su artículo sobre el asunto, titulado: Evaluación de la rentabilidad económica de los proyectos productivos en los países en desarrollo (A. Bussery, 1973, pp.25-66).
Allí el autor nos señala que es muy difícil conocer las consecuencias que produce un proyecto sobre la economía de un país (quizá es posible si se contase con una completa matriz Insumo-Producto); igualmente nos alerta de lo complicado que resulta la aplicación de los llamados "precios de referencia" o precios sombra, para ajustar los precios del mercado.
Ahora bien, como al evalaluar los impactos de un proyecto determinado de lo que se trata es de conocer los agentes ganadores y los perdedores (las llamadas economías externas y los excedentes), esto sólo se puede lograr con un modelo más pragmático. ¿En qué consiste este nuevo paradigma?
Lo primero que se debe hacer es realizar la evaluación del proyecto con la misma metodología financiera que aparece en todos los libros de ingeniería económica; vale decir :
1) Realizar un estudio del mercado nacional en cuanto a la demanda del producto o el servicio que se trata de elaborar; y el mercado de la principal materia prima para elaborarlo.
2) Realizar un estudio técnico detallado, para estimar el programa de inversiones y los costos de elaboración de los productos o servicios; y también la tabla de depreciaciones.
3)Realizar un estudio económico-financiero, para conocer la manera de financiar el plan de inversión (con capital propio y capital crédito), así como determinar el cronograma de las inversiones y el cronograma de la elaboración y venta del producto o servicio.
4)Preparar los Estados de Resultados proyectados en el horizonte del proyecto, así como los Flujos de Caja. Todo ello para varios escenarios de posibles precios para la venta del producto o del servicio.
5) Una vez conocidos los excedentes de caja, realizar los descuentos con varias tasas posibles y para los escenarios de precios de venta, pero desde varios puntos de vista : a) del accionista, b) del saldo de caja del proyecto como empresa, c) la actualización habida cuenta de la manera de financiar el proyecto, d) la actualización sin tener en cuenta las condiciones de la financiación.
Hasta aquí sólo se ha tocado la manera tradicional de la evaluación desde el punto de vista individual del proyecto (VAN y TIR); el asunto más complejo consiste en evaluar sus efectos directos e indirectos sobre los diferentes agentes económicos, como : las empresas que le proporcionan al proyecto los servicios antes de la operación (o sea durante la construcción) y durante la parte operativa, sobretodo empresas que proporcionan insumos y servicios; o el Estado, si tiene que construir alguna infraestructura; los Bancos Nacionales, que otorgan los préstamos; y las Unidades Familiares, que reciben los salarios por en la empresa proyectada y por las otras empresas relacionadas.
Para poder conocer, de una manera cuantitativa, estos impactos, se requiere realizar varias encuestas en aquellos actores económicos principales, para saber si en la actualidad trabajan o no a plena capacidad y si pueden, sin hacer nuevas inversiones, atender la demanda del nuevo proyecto; o si requieren contratar nuevo personal y qué porcentaje de sus recursos adicionales se pagarían en salarios a personal calificado o no; y qué porcentaje servirá para adquirir nuevos bienes y servicios, así como el porcentaje que pagan al Estado por concepto de impuesto sobre la renta.
Habría que conocer también las inversiones en infraestructura que realizará el Estado o los gastos de mejora de la infraestructura existente, todo ello como consecuencia de la presencia del nuevo proyecto.
Todos estos datos de las encuestas son necesarios para poder establecer los ingresos adicionales de las empresas relacionadas con el proyecto; los gastos adicionales y las utilidades adicionales, antes y después de pagar el impuesto sobre la renta, a los fines de actualizar o descontar esas utilidades netas adicionales, con varias tasas alternativas (varios escenarios). Igualmente, conocer de las unidades familiares las remuneraciones adicionales que recibirán por parte del proyecto y de sus empresas relcionadas, a los fines de actualizar o descontar esos valores en el tiempo.
En conclusión: este modelo de análisis es equivalente, poco más o menos, al modelo de aplicar precios y costos de "referencias", ya que el modelo de aplicar precios sombras, lo que trata es de buscar las discrepancias entre los precios observados del mercado y los precios de referencia, a fin de reflejar las transferencias de ingresos entre los diversos agentes aconómicos; pero con el modelo empírico Bussery, ello es equivalente pues de lo que se trata es de evaluar la rentabilidad no sólo del proyecto per se, sino de la economía relacionada con ese proyecto, utilizando las diferencias de ingresos de los agentes económicos asociados a la nueva iniciativa.
Lo que interesa, entonces, es conocer no sólo la rentabilidad financiera del proyecto para los accionistas, la repercusión en la balanza de pagos y en el empleo, pues es posible que estos criterios también tengan sus costos para la economía de un país, ya que ganar un dólar en divisas o crear un nuevo puesto de trabajo con un dólar adicional de salario, puede costar a la economía una cantidad mayor.