ALGUNOS DESAFIOS PARA EL DESARROLLO DEL COMERCIO ELECTRÓNICO EN LA AMÉRICA LATINA DE HABLA HISPANA
Charles Davis
NSERC-SSHRC-NB Power-Xerox Research Chair in Management of Technological Change
Faculty of Business
University of New Brunswick, Saint John, Canadá
marzo 1998
Versión de la conferencia ofrecida en el VII Seminario Latinamericano de Gestión Tecnológica, ALTEC 97, octubre 1997, La Habana, y en la reunión de programación "Panconsultation" organisada por el CIID en Montevideo en deciembre 1997.
Una parte de la investigación sobre "comercio electrónico y el desarrollo sostenible en la América" fue hecha posible por una subvención del Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo, al que expreso mi agradecimiento. Traducción del inglés de María C. Fernandez de Alaíza. Vease tambien la version mas reciente de esta texto en ingles: "Emergence of Electronic Commerce in Spanish-Speaking Latin America"
INTRODUCCIÓN
Los avances en tecnologías de información y comunicación (TIC) están transformando rápidamente las prácticas y el ambiente de negocios a través de la redefinición masiva de productos, servicios, mercados y canales de distribución.
Cada industria resulta afectada por estas tecnologías, que tienden a acelerar el reagrupamiento de la actividad productiva en dos clases: las industrias basadas en la manipulación de moléculas de materia, y aquellas basadas en la manipulación de dígitos binarios de información. Esas últimas son obviamente susceptibles de digitalización completa, y las primeras son altamente sensibles al rango enorme de herramientas nuevas y de capacidades ofrecidas por las TIC (Moschella, 1997).
Las tecnologías subyacentes de Internet están impulsando fuertemente la creación de mercados electrónicos, acelerando la transformación de la empresas hacia varias formas de negocio digital y aumentando el uso de sistemas abiertos dentro de la empresa para mejorar la coordinación y la colaboración horizontales.Transformaciones análogas en los servicios y canales de distribución se realizan ya en los servicios públicos, como el gobierno, la educación y la salud.
La transición hacia una "economía digital", en la que las tecnologías multimedias interactivas en red son características ubicuas de la vida económica y social, presenta grandes oportunidades, así como muchos peligros. Estos deben ser tratados por medio de acciones de la gerencia a nivel de la empresa, y también por las acciones políticas de los agentes públicos. El no adoptar y adaptar correctamente las tecnologías que dan acceso al comercio electrónico podría dar lugar a la exclusión de la economía internacional.
Las empresas más pequeñas y más pobres, sin acceso a los recursos tecnológicos, humanos y financieros necesarios, enfrentan evidentemente el riesgo de no poder acceder al comercio electrónico. Sin embargo, ni el tamaño ni la capacidad de la empresa garantiza el cambio exitoso hacia los modelos de negocio susceptibles de explotar el comercio electrónico.
El comercio electrónico incluye las transacciones entre las empresas, entre la empresa y el sector público, entre la empresa y el consumidor, y la integración interna de la propia empresa. La Internet y su paquete tecnológico subyacente están abriendo un espacio en el cual se desarrolla un comercio electrónico mucho más amplio que en las formas mas antiguas de éste, especialmente en el Intercambio Electrónico de Datos (IED).
Este trabajo trata del desarrollo del comercio electrónico en la América Latina de habla hispana desde la perspectiva del uso de las tecnologías Internet. Desde hace uno o dos años, el ritmo de crecimiento del número de usuarios de Internet en la América Latina de habla hispana es muy alto.
Esto permite entrever la posibilidad de desarrollar, entre otras cosas, las aplicaciones más generales del comercio electrónico, sobre todo, entre PYMEs y consumidores locales o fuera del país. Se identifican y describen la características principales de la región en materia de comercio electrónico basado en Internet. El trabajo concluye con algunas recomendaciones para fomentar la capacidad de la América Latina de habla hispana en materia de comercio electrónico.
¿QUÉ ES EL COMERCIO ELECTRÓNICO?
Cualquier persona que busca definiciones de comercio electrónico encontrará una confusa abundancia. Las definiciones más amplias de comercio electrónico, tales como, "hacer negocios electrónicamente" o "todas las formas de transacciones comerciales que se basen en el procesamiento y transmisión de datos digitalizados", abarcan todas las clases de transacciones electrónicas comerciales, incluyendo transferencias de fondos electrónicos, pagos de tarjeta de crédito, y también las actividades de la infraestructura que apoyan estas transacciones (OCDE 1997).
Estas definiciones son demasiado amplias para nuestros propósitos, y tienden a oscurecer las nuevas formas de comercio electrónico, es decir, las transacciones comerciales realizadas a través de redes abiertas. Así, las definiciones de comercio electrónico no se pueden limitar a las transacciones electrónicas en sí mismas, sino tienen que referirse, también, al espíritu de negocios.
Una posible definición de comercio electrónico sería: "cualquier forma de transacción comercial en la que las partes interactúan electrónicamente, en lugar de por intercambio o contacto físico directo".Sin embargo, esta definición difícilmente capta el espíritu del comercio electrónico, que en la práctica puede verse, más bien, como uno de esos casos en los que la necesidad de cambio y las nuevas tecnologías se aúnan para revolucionar la forma en que se lleva a cabo los negocios. (SOPDE, 1997).
El comercio electrónico es un blanco móvil, conducido por las ondas de la innovación en tecnologías de información y de comunicación. Kalakota y Whinston (1996) identifican cuatro grupos de tecnologías de información que convergen para formar el comercio electrónico:
· la mensajería electrónica (teléfono, fax, E-mail)
· la biblioteca corporativa electrónica y las tecnologías de colaboración
· el intercambio electrónico de datos (IED) y la transferencia electrónica de fondos
· la publicación electrónica apoyando la comercialización, las ventas, la publicidad y el servicio al cliente.
Una encuesta reciente encontró que los gerentes consideran actualmente la publicidad electrónica apoyando la venta, la comercialización y el servicio al cliente como la dimensión principal del comercio electrónico (Riggins y Rhee, 1997). Sin embargo, el sentido original del término "comercio electrónico" estuvo asociado muy de cerca al intercambio electrónico de datos, que utiliza redes cerradas propias y normas industriales específicos para el intercambio de documentos electrónicos entre empresas.
Esta forma de comercio electrónico se difundió en los años 80, principalmente en las industrias que experimentaron la reingeniería en la cadena de abastecimiento o que emprendieron la racionalización de su logística operacional, tal como la comercialización al por menor (Sokol, 1995).Para estas industrias el IED representa una tecnología del pasado, un costo "enterrado" alrededor del cual deben ser utilizadas las nuevas funciones del comercio electrónico permitidas por la WWW. El cambio parcial o completo de la IED hacia el comercio electrónico basado en la WWW es un desafío para estas industrias.
El mayor interés actualmente en el comercio electrónico se debe a la aparición y rápida difusión de un paquete tecnológico basado en sistemas abiertos, interoperables y con interfaces fáciles de utilizar. El paquete de la tecnología de Internet/Web incluye una infraestructura de telecomunicaciones de alta velocidad, el protocolo de transmisión TCP/IP, la configuración del computador cliente/servidor, el software de interfaz amistosa (browsers) y lenguajes y scripts específicos. La combinación del protocolo TCP/IP, de la configuración cliente/servidor y de los browsers permite la integración funcional de sistemas y de redes diversos, incluyendo los que son de versiones anteriores.
El paquete Internet/Web es una herramienta fundamental para las redes de computadores y sus usuarios, permitiendo una interconectividad y una interoperabilidad mucho más simples y abordable que antes.
El paquete de elementos Internet/Web es el conductor tecnológico del comercio electrónico; el conductor desde el punto de vista de los negocios es la difusión extraordinariamente rápida de la tecnología a través de los sectores públicos y privado, sin fines de lucro en Norteamérica y varios países europeos y asiáticos.
Se espera que el número de usuarios de Internet aumente a partir de 23 millones en el año 1996 a cerca de 150 millones en el 2000, y que el número de computadores anfitriones aumente de menos de un millón en el año 1992 a casi 30 millones en el 2000.
La tecnología de Internet se transforma en tecnología multimedia interactiva en red, y llegará a ser cada vez más ubicua a medida que el precio de los computadores decline y aumente el ancho de banda disponible.
El resultado será una "plaza de mercado electrónico" que soportará muchas nuevas clases de negocios. Las implicaciones para las empresas, derivadas de un cambio relativamente rápido hacia la multimedia interactiva en red y de la conectividad ubicua por Internet entre muchas industrias y sectores sociales serán significativas.
Un observador comenta: "La multimedia interactiva en red y el Internet traen la dinámica de la industria del computador a todos los sectores. Por primera vez en la historia, el modo primario de creación de bienes conocimientos digitalizados en una variedad de formas converge con una herramienta primaria de la comunicación computadores con multimedia interactiva y con la infraestructura primaria de distribución redes, sobre todo el Internet" (Ticoll, 1997).
El comercio electrónico suele analizarse en términos de los agentes principales involucrados en las transacciones: empresa-empresa, empresa-consumidor, empresa-gobierno, y consumidor-gobierno. De éstos, el comercio electrónico "empresa- consumidor" ha capturado la mayor atención pública. La industria de viajes, el turismo, y algunas formas de vender al por menor, se están convirtiendo en las industrias pioneras en línea.
Sin embargo, el comercio electrónico "entre empresas" es en gran medida el tipo de comercio electrónico de crecimiento mas rápido. El comercio electrónico de "empresa-gobierno" no es tan significativo como los otros, en términos de volumen de negocios, pero tiene una importancia estratégica en las compras publicas, especialmente en las compras en el área de la defensa en los Estados Unidos, lo que está incentivando el proceso de aprendizaje del comercio electrónico en muchas pequeñas y medianas empresas de alta tecnología.
Finalmente, muchas empresas están instalando el paquete de tecnología de la Internet/Web en la forma de "intranets" o internets internas. Según algunas fuentes de información, los rendimientos de la inversión en intranets podrían ser gigantescos y las entidades están destinando un potencial enorme para mejorar la colaboración y coordinación interna (Telleen, 1996).
Las formas más nuevas de comercio electrónico presentan muchos desafíos y oportunidades para los negocios como consecuencia de la mejoría, transformación o redefinición de productos, procesos, servicios y modelos de negocios. Bloch, Pigneur y Segev (1996) identifican diez fuentes de nuevos valores comerciales a través del comercio electrónico:
· canales de comunicación con los clientes mas ricos en información,
· nuevos canales de ventas,
· ahorro en los costos de comunicación,
· aceleración del proceso de puesta en el mercado,
· servicio al cliente sumamente mejorado,
· mejora de la imagen de la marca,
· aprendizaje tecnológico más rápido,
· relación más cercana con los clientes,
· mejora de la capacidad de innovación del producto o servicio, y
· disponibilidad de nuevos modelos de negocios.
Estos no son, generalmente, las clases de valores que las empresas, especialmente las PYMEs, tienen en mente al poner en ejecución actividades basadas en transacciones por medio de la red. Se acercan generalmente al Web como nueva oportunidad de hacer publicidad y en forma secundaria como medio conveniente de bajo costo para comunicarse con los colaboradores (Poon y Strom, 1997). Las barreras de entrada al comercio electrónico son tanto organizacionales y gerenciales, como tecnológicas.
CARACTERÍSTICAS DE LAS ACTIVIDADES DE COMERCIO ELECTRÓNICO EN LA AMERICA LATINA DE HABLA HISPANA
Aproximadamente el 0,50% de todos los computadores anfitriones de Internet se encuentran en América Latina de habla hispana (véase la Tabla 1). De éstos, 35% están en México, 19% en Argentina, y 19% en Chile.
El NUA estima que en enero de 1998 había 101 millones usuarios de Internet en el mundo, de los cuales 1,25 millones corresponden a toda la América Latina, incluyendo a Brasil; aunque según algunas otras estimaciones, este número sería casi dos veces mayor y con un millón de usuarios de Internet solo en Brasil (NUA, 1998). En Norteamérica cerca de 22 a 27% de la población utiliza Internet. En América Latina la proporción varía de 0,01% en Paraguay y 0,04% en Ecuador a casi el 6% en Costa Rica (ibid).
Sin embargo, el índice de crecimiento del uso de Internet en América Latina está entre los más altos del mundo el doble de otras regiones (NUA, 1997a).
El uso de Internet en América latina ha crecido más rápidamente que cualquier otro medio de comunicación o tecnología electrónica de consumo (NUA, 1997b). La importación de equipos electrónicos se ha liberalizado en muchos países latinoamericanos, y por lo tanto, el material informático está ampliamente disponible. Los precios de los equipos no son muy diferentes a los de Norteamérica. Las mejoras en la infraestructura de telecomunicaciones, especialmente en las áreas urbanas, y la disminución de los costos de conexión a Internet están dando por resultado índices de crecimiento muy altos de conectividad.
Por ejemplo, en México el número de sitios registrados aumentó un 350% entre octubre de 1996 y octubre de 1997, y se pronostica una población de un millón usuarios de Internet para 1998 (Santoyo, 1997).
En Venezuela, la revista Computación Global estimó en agosto de 1997, que había cerca de 100 mil computadores en el país capaces de conectarse con Internet, y que basado en el índice de importación de computadores, el número de usuarios de Internet podría duplicarse en el plazo de un año (RCG, 1997). Se espera que el número total de usuarios de Internet en la América Latina se eleve de 8,5 millones a finales 1997 a 34 millones, dos años después. (Business Week, 1998).
Varios factores determinan la difusión del uso de Internet en un país, tales como el tamaño y la naturaleza de las organizaciones que proporcionan el acceso a Internet, la calidad de la infraestructura de las telecomunicaciones y el costo de acceso, los ingresos personales y el acceso a computadores personales, la disponibilidad de asistencia técnica y el ambiente político y regulador referente a la seguridad, la equidad, las preocupaciones culturales, y otros (Press, 1997).
Los cuellos de botella principales para el uso de Internet son, frecuentemente, el costo de conexión en Venezuela, cerca de seis USD/hora para las empresas y el ancho de banda limitado ofrecido por muchos proveedores de servicios.
Es de destacar que varios de los ciberespacios nacionales en América Latina están adquiriendo ahora mucho desarrollo, sin embargo, para transformarse en mercados electrónicos necesitan resolver algunos problemas propios de la actividad comercial, especialmente aquéllos que tienen que ver con la seguridad, los pagos electrónicos, y la disciplina en la utilización.
Además, la posibilidad de utilizar la conexión a Internet para propósitos más amplios de desarrollo económico y social, está altamente restringida en la región por el bajo poder adquisitivo de la mayoría de la población y la débil infraestructura electrónica en muchas instituciones públicas, especialmente en las escuelas, centros de salud y centros comunitarios.
Existen pocas encuestas sobre aspectos demográficos del uso de Internet en la América Latina de habla hispana, semejantes a otras realizadas en Norteamérica. Sin embargo, la información disponible sugiere un perfil de usuario no muy diferente al de los usuarios norteamericanos.
En México, el 70% de los usuarios de Internet son masculinos, de 35 años de edad como promedio; 45% son casados y 30% trabajan en la industria del ordenador (Santoyo, 1997). La mayoría son suscriptores de Internet que utilizan la red diariamente, con preferencia a la televisión, la radio, o la prensa, y 75% consideran el acceso al Internet como "imprescindible". La mitad se propone tener una cuenta bancaria en línea en el plazo de un año.
En la América Latina de habla hispana, la promoción de la capacidad empresarial en comercio electrónico está siendo conducida por los proveedores de servicio de Internet (ISPs), muchos de los cuales ofrecen también servicios de diseño de páginas Web, entrenamiento, consultas técnicas y la integración de sistemas, y, de vez en cuando, el software y los equipos. En enero de 1998 casi treinta proveedores de servicio de Internet en la América Latina de habla hispana ofrecían servicios relacionados con el comercio electrónico, además de cuatro de tales proveedores de lengua castellana en Estados Unidos.
Los proveedores de servicios en comercio electrónico varían desde firmas tales como ENIAC en Caracas, que proporciona soluciones de intercambio electrónico de datos para las empresas multinacionales, a varios proveedores de servicios de Internet que ofrecen los servidores de empresa en el mercado local.
Otro grupo de actores que promueven el comercio electrónico en la América Latina de habla hispana son las revistas sobre tecnología de información y los servicios de noticias, de los cuales una docena ha estado activamente brindando datos y artículos sobre comercio electrónico en enero de 1998. En varios casos la edición en línea de los diarios es gratuita, aunque con disponibilidad algo retrasada.
La mayoría de las noticias son traducciones de artículos de la prensa internacional, pero algunos de los periódicos latinoamericanos contienen información sobre actividades locales de la tecnología de información, incluyendo informaciones ocasionales sobre las empresas locales que se lanzan al comercio electrónico. Esta prensa está lejos de ser la fuente mas importante de información sobre la experiencia actual de las empresas latinoamericanas en materia de comercio electrónico.
A juzgar por las listas de clientes de los proveedores de servicios de Internet en la región, hasta hace poco tiempo la mayoría de la demanda para crear páginas Web estaba relacionada con el desarrollo de sitios para las instituciones públicas, los programas internacionales, los responsables de acontecimientos comerciales, los servicios a negocios y algunas empresas que abastecían a los consumidores locales.
Por ejemplo, Antípodes, un proveedor de servicios de Internet en Chile, además de sus servicios de entrenamiento, de desarrollo de sitios Intranet, y de hospedaje Web, desarrolla sitios Web para clientes, entre ellos: una organización internacional, dos agencias públicas, dos organizadores de eventos comerciales, un editor, una institución educativa, tres empresas industriales que ofrecen productos y servicios para la industria del acero, informática y de muebles, y dos empresas orientadas hacia los consumidores, una agencia de viajes y un suministrador de ropa de lujo femenina.
Las firmas que derivan su ingreso, principalmente, del comercio electrónico orientado a los consumidores son hasta ahora una novedad en la región. Sin embargo, este comercio constituye, a su vez, el segmento de negocio que captura el mayor interés de los consumidores, intermediarios y minoristas. Las presencias comerciales en Internet están siendo establecidas anticipadamente con el fin de orientar a los consumidores en el comercio electrónico de los mercados.
La mayoría del reciente crecimiento en los sitios Web registrados en la región ha estado en los sitios comerciales (aquéllos con extensión .com). En México, el 83% de los nuevos sitios establecidos en 1997 han sido sitios comerciales (Santoyo, 1997). Esto es consistente con la tendencia general apreciada en la América Latina, según la cual la amplia mayoría de los sitios Web son establecidos y manejados para negocios.
Es de esperar que el número de sitios Web latinoamericanos pudiera triplicarse en 1998, hasta más de 500 mil (Business Week, 1998). Las firmas que dirigen estos sitios como "tiendas virtuales" son indudablemente importantes clientes de los proveedores de servicios Internet en la región.
En la medida que la conectividad por cable, servicio inalámbrico y telefónico vayan mejorando en la región y en que disminuya el costo de los computadores personales, las áreas urbanas podrán sustentar mercados electrónicos lo suficientemente grandes para mantener en su mayor parte actividades locales de comercio electrónico orientado hacia los consumidores, tales como servicio en línea de tiendas de comestibles.
Sin embargo, los tipos de actividades de negocios en línea descritos en la prensa local de tecnología de información (TI) señalan, que la primera generación de firmas "empresas a consumidor" realizando comercio electrónico en la América Latina de habla hispana ha encontrado un nicho altamente especializado: las necesidades sociales y culturales de los expatriados nacionales .
Por ejemplo, Cmet Net, un canal ISP chileno transmite los juegos de fútbol por medio de Internet y ha descubierto un comercio de expatriados. (Internet. 1997). Similarmente, Teleflores, un suministrador de flores de Caracas, ha establecido su presencia en Internet usando un número telefónico de acceso gratuito y recibe aproximadamente diez órdenes por mes de expatriados venezolanos para entregar flores en la ciudad (RCG, 1997b). Un supermercado en línea brasileño toma órdenes de clientes expatriados para entrega de comestibles a parientes ancianos en el Brasil (Business Week, 1998).
Al mismo tiempo, el auge del uso de Internet en la América Latina está conduciendo a la experimentación de compras en línea de, música, libros y prestación de servicios, tales como financieros y de viaje.
Los usuarios pueden, algunas veces, comprar estos servicios a proveedores en línea en la América del Norte de forma más económica y con una mayor gama de posibilidades que a los propios agentes o minoristas locales. Los usuarios jóvenes, educados y con posibilidades de acceso a Internet en la América Latina, son los objetivos fundamentales de la actual ola de los comercios locales, con la preparación de sus "tiendas virtuales" y los servicios en línea.
INSTITUCIONES Y POLÍTICAS NECESARIAS DE APOYO AL CAMBIO TECNOLÓGICO
Existen varias diferencias claves entre las formas en que el comercio electrónico se ha desarrollado en la América Latina y en la América del Norte y Europa. Estas diferencias se refieren, principalmente, al papel de la infraestructura para apoyar el cambio tecnológico en la industria y en la promoción del entrenamiento, política de desarrollo y actuación del colectivo. Los más importantes actores en este tipo de actividades son: las instituciones de educación superior, los centros de apoyo privados o públicos de tecnología, los programas de colaboración, los proyectos de desarrollo de apoyo a la industria y los gobiernos mediante la elaboración de políticas explícitas para promover el comercio electrónico.
La educación superior y los sectores públicos y privados de asociación son notables por su ausencia en el panorama de comercio económico en Latinoamérica.
Las instituciones de educación superior en la América Latina, tal como en Norteamérica, Europa del Oeste y partes de Asia, han jugado un importante papel en la introducción de Internet en la sociedad por medio de su familiarización con los estudiantes. Sin embargo, en contraste con Norteamérica, la mayoría del desarrollo de habilidades en el comercio electrónico aparece como suministrado por los proveedores del servicio Internet y otras firmas consultoras, mas que por las asociaciones industriales o instituciones formales de entrenamiento.
La formación varía desde la obtención de habilidades para la navegación básica en Internet, conocimiento de las posibilidades del correo electrónico, grupos nuevos, la "World Wide Web", hasta el diseño de páginas Web y estrategias comerciales.
En las universidades de Norteamérica, Europa y Asia hay un desarrollo creciente de los cursos y programas de comercio electrónico orientado a los negocios en las facultades de negocios y de ciencias de la computación. En 1997, Wang y Williams identificaron aproximadamente 30 cursos de pregrado y de posgrado relacionados con negocios, y algunos programas completos sobre comercio electrónico.
Actualmente, están disponibles 27 identificaciones de cursos de comercio electrónico en el sitio de cursos de comercio electrónico de la ISWorld Net (ISWorld Net, 1998). Estos varían desde cursos introductorios hasta cursos de marketing, relaciones internacionales y política pública, todos ellos enfocados al comercio electrónico.
Sin embargo, no hay ningún curso sobre comercio electrónico ofrecido por instituciones de negocios, ingeniería o centros de ciencias de computación correspondientes a la América Latina de habla hispana. Esto es una deficiencia seria, que se reflejará probablemente en un déficit aún más profundo en las habilidades para la dirección en el sector empresarial.
Otra deficiencia asociada es la falta de grupos de investigación sobre comercio electrónico en la educación superior. En la actualidad, las fuentes primarias de conocimiento en la América Latina de habla hispana, en lo que se refiere a experiencias locales en comercio electrónico son la prensa de las industrias locales de tecnologías de información y los seminarios ocasionales ofrecidos por los representantes de las firmas.
En las búsquedas en Internet solo aparece un centro de investigación especializado en cuestiones legales relacionados con el comercio electrónico. Este centro, el Centro de Investigación en Tecnología de la Información (CENIT), en Buenos Aires, parece trabajar en un ambiente universitario, pero no parece tener una afiliación universitaria estable. Bajo el auspicio del CENIT se han desarrollado estudios sobre el efectivo electrónico, la banca digital y la ley del comercio electrónico.
Consecuentemente, los casos exitosos de negocios locales en línea o de firmas que explotan el comercio electrónico no son conocidos ampliamente en la región y los ejemplos de modelos de negocios de comercio electrónico mostrados por los proveedores locales, frecuentemente se refieren a casos paradigmáticos de los Estados Unidos, tales como Amazon, Peapod, Virtual Vineyards, Travelocity, Annie’s Autoweb, CD Now, Egghead Software, etc. Las principales formas de difusión de la información sobre el comercio electrónico son las conferencias, los seminarios y la prensa comercial de habla hispana.
Los eventos, tales como conferencias o seminarios sobre comercio electrónico, tienen lugar regularmente en la mayoría de las ciudades importantes de la región conjuntamente con exposiciones comerciales, o pueden adoptar la forma de conferencias académicas ofrecidas bajo los auspicios de asociaciones técnicas, o de seminarios ofrecidos por proveedores locales de servicio de Internet o vendedores internacionales de equipos o software.
Catorce eventos importantes fueron identificados en los dos últimos años, algunos de los cuales eran eventos repetidos o series de talleres, en los que el comercio electrónico figuraba entre los temas tratados. La demanda de eventos orientados a negocios relacionados con el comercio electrónico parece ser bastante fuerte.
Otro grupo grande de actores en el comercio electrónico en la América Latina de habla hispana está constituido por los servicios periódicos de información tecnológica y de novedades, de los cuales fueron identificados una docena con artículos nuevos y datos sobre el comercio electrónico en enero de 1998. En muchos casos la edición en línea de los diarios es gratuita, aunque con una retrasada disponibilidad.
La mayoría de los artículos resultan ser traducciones de noticias de la prensa internacional sobre información tecnológica, pero algunas de las publicaciones periódicas contienen información y datos sobre las actividades locales de tecnología de información, incluyendo historias ocasionales sobre firmas locales comprometidas con el comercio electrónico.
Es de notar la ausencia de fuentes fácilmente disponibles de directivas y datos confiables sobre la conducción exitosa de comercio electrónico en la América Latina en el marco de un conjunto de industrias. Normalmente, esta información es generada por grupos de investigación de universidades, firmas consultoras, instituciones que apoyan los cambios relacionados con el comercio electrónico en las firmas, o agencias públicas que trabajan desde una perspectiva de políticas.
La América Latina de habla hispana no parece tener una amplia capacidad de gerencia o de investigación de políticas en materia de comercio electrónico. En contraste, en América del Norte, Europa y Asia han surgido a nivel universitario muchos grupos de investigación sobre comercio electrónico. Son ejemplos de esto: Vanderbilt University’s Project 2000; Research Program on Marketing in Computer Mediated Environments; Centre for Electronic Commerce en Monash University (Australia); Electronic Commerce Innovation Centre en Cardiff University, Wales.
Algunas universidades tienen varios centros de investigación trabajando en temas de comercio electrónico. Por ejemplo, la Universidad de Berkeley, California, tiene el Fisher Centre for Management and Information Technology, el Berkeley Multimedia Research Centre, el Law and Technology Center en Boalt School of Law y el Center for Telecommunications Policy Research.
Otro elemento notablemente ausente para el desarrollo de comercio electrónico en la América Latina de habla hispana, es la no existencia de un conjunto de acuerdos o arreglos institucionales para suministrar el apoyo técnico y de gestión a las firmas. Tales acuerdos pueden tomar la forma de proyectos, programas o centros.
Las más fuerte instituciones de este tipo en América Latina son las relacionadas con el Intercambio Electrónico de Datos y la normalización, tales como, la Asociación Mexicana del Código de Producto, el Instituto Guatemalteco de Codificación, la EDI de Chile, EAN de Venezuela, y el Instituto Colombiano de Codificación y Automatización Comercial. Estas son generalmente instituciones privados no lucrativas que ofrecen servicios técnicos y colectivos a miembros. La introducción de normas es una parte importante de sus actividades.
Personalmente, he encontrado solo una referencia a un proyecto de comercio electrónico con apoyo público en la América Latina de habla hispana: el Proyecto de Desarrollo e Investigación de la Red Informática para el Desarrollo del Comercio Electrónico y Seguridad de Datos en Panamá.
En contraste, Europa, Asia, y América del Norte tienen muchos proyectos y programas para promocionar el comercio electrónico, con iniciativas orientadas especialmente para demostrar la factibilidad tecnológica y de negocios del mismo, con el fin de mejorar y armonizar el ambiente regulador y de mejorar la infraestructura y la información para el comercio electrónico. Por ejemplo, el Grupo de los Siete (G7): Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y los Estados Unidos, tienen un proyecto piloto global denominado: "A Global Marketplace for SMEs" con intenciones de establecer una red global de información, evaluar los requerimientos legales, técnicos, e institucionales para las PYMEs para su incorporación al comercio electrónico, y establecer las pruebas regulares internacionales de comercio electrónico (G7, 1998).
Los integrantes de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD) investigan sobre la política para el comercio electrónico. El marco para su política se centra en el contenido de Internet, la privacidad, seguridad, criptografía, acceso a los servicios, política de telecomunicaciones, protección al consumidor, impuestos, políticas de promoción para la difusión del comercio electrónico a las PYMEs, y los efectos del comercio electrónico en algunas industrias, especialmente en el turismo (OECD, 1998).
La Unión Europea patrocina varios importantes programas de investigación y desarrollo tecnológico (RTD), tales como ACTS (Advanced Communication Technologies and Services), Trans-European Telecomunication Networks (TEN-Telecom), ISIS (Information Society Initiatives in Standarization), y Language Engineering in Telematics Applications. Estos programas representan gastos financieros del orden de los cientos de millones de dólares.
Las instituciones locales y nacionales de apoyo al comercio electrónico se han extendido profusamente en Norteamérica, Europa y parte de Asia, las mismas suministran los siguientes servicios típicos a la industria: educación y entrenamiento, consultoría, diagnósticos y seminarios, apoyo técnico, asistencia en la implementación de tecnologías de comercio electrónico, investigación técnica o de dirección, publicación de noticias, desarrollo de productos, asistencia en la gestión de materiales, datos sobre los productos, cadena de suministros (Myers, 1997). Existe un amplio rango de modelo de instituciones de apoyo, las cuales pueden ser:
· una asociación universidad-industria con contribuciones financieras de ambas, con facilidades territoriales fuera del campus universitario, como es el caso de Electronic Commerce Centre en Saint John, New Brunswick
· un grupo de investigación, capacitación y consultoría localizado en un campus de una universidad, con los costos fundamentales cubiertos por la universidad y las partidas suplementarias generadas a través de contratos de investigación (Centre for Electronic Commerce, Monash University, Australia)
· un centro perteneciente a una firma que le suministra dirección y servicios técnicos (Electronic Commerce Innovation Centre, fundado por British Telecom)
· una institución independiente, no lucrativa, fundada por la comunidad de negocios, por una asociación de negocios o en otros casos, por consultores y contratistas de investigación (Electronic Commerce Association en el Reino Unido, o Commerce Net en los Estados Unidos)
· una institución fundada por la industria y el gobierno, tal como el anterior Electronic Commerce World Institute en Montreal
· una institución totalmente mantenida por fondos públicos, tal como Electronic Commerce Centre for Wales, Cleveland Electronic Commerce Centre (uno de los 16 centros locales de este tipo en los EUA).
Las instituciones en la América Latina de habla hispana más parecidas a estos tipos de instituciones de apoyo, son los institutos de Intercambio Electrónico de Datos y los de normalización referidos anteriormente.
Finalmente, nos referiremos a la dimensión de las políticas públicas sobre el comercio electrónico. En los últimos años, el comercio electrónico se ha convertido en un aspecto notable en la política de los gobiernos de los países industrializados.
Iniciativas de alto nivel referentes a diversos aspectos de política sobre esta temática están en ejecución en la mayoría de las agrupaciones económicas de los países industrializados (G7, Unión Europea, OECD), y su solución se considera como fundamental para el desarrollo del comercio electrónico internacional. Otros gobiernos nacionales, o sus grupos de consejeros, han expresado también formulaciones de políticas referidas al comercio electrónico.
Actualmente los aspectos claves de la política internacional tienen que ver con la seguridad, privacidad, impuestos, pagos, reglas comerciales referidas a los contratos digitales, normas técnicas, regulaciones de contenido, propiedad intelectual y prevención del fraude. Las políticas nacionales se dirigen generalmente a estos aspectos, así como a otros más particulares, que generalmente incluyen la difusión de la capacidad del comercio electrónico entre las PYMEs, el acceso, la infraestructura de telecomunicación existente y nueva, y las iniciativas de desarrollo tecnológico.
Sin embargo, no se identifican en Internet formulaciones de política sobre comercio electrónico de los países de habla hispana de América Latina. En enero de 1998, solamente aparecían formulaciones de política de los Estados Unidos y de Europa en español..
La mayoría de las actividades sobre formulación de políticas en América Latina se producen a través de la participación en las agencias regionales e internacionales. Un ejercicio de política regional en comercio electrónico está llevándose a cabo: se trata de la Trade and Electronic Commerce Task Force del Inter-American Development Bank’s Informatics 2000 Initiative (IDB 1997). Esta tarea está fundamentalmente dirigida hacia los aspectos legales internacionales y regulatorios de los aspectos descritos anteriormente.
Las agencias de las Naciones Unidas proporcionan una serie de servicios de establecimientos de normas y de facilidades para el comercio electrónico en la América Latina. El United Nations Centre for Facilitation of Procedures and Practices for Administration, Commerce and Transport (CEFACT) esta situado dentro de la Comisión Económica para Europa, pero juega el papel de establecedor de normas para el Intercambio Electrónico de Datos, ya que representantes de otras comisiones regionales de las Naciones Unidas participan en su trabajo de mantenimiento y promoción de las normas UN/EDIFACT para el intercambio electrónico de datos.
La UNCTAD esta estableciendo la Global TradePoint Network, con más de 100 centros en 70 países que suministran información comercial para las PYMEs.
Es de notar que en la América Latina de habla hispana no se registra ningún grupo de política nacional, público o privado, orientado hacia las cuestiones de la infraestructura, inversiones, educación o modos de incrementar la conversión de firmas hacia modelos de negocios de comercio electrónico.
CONCLUSIONES
El término "comercio electrónico" está tomando, de alguna manera, significados diferentes en la América Latina y en la América del Norte. En los círculos políticos de América Latina se interpreta, principalmente, como las disposiciones técnicas, organizacionales y regulatorias que permiten la comercialización electrónica de datos, incluyendo el suministro de información a firmas y la correcta configuración de la infraestructura nacional de telecomunicaciones. Entre los proveedores de servicios de Internet y probablemente en la mente de la población, significa, mayoritariamente, un comercio minorista orientado a los consumidores a través de las páginas Web.
En contraste, en Norteamérica, "comercio electrónico" significa, en forma creciente, un amplio rango de transformaciones en los negocios, favorecido por la tecnología de información y de comunicación (TIC), que incluye intranets, extranets, transmisiones abierta o cerrada de datos y sus recientes permutaciones, tales como las redes virtuales privadas con valor añadido y las aplicaciones de multimedia interactiva en redes.
La infraestructura de apoyo al comercio electrónico en la América Latina de habla hispana refleja, por un lado, el antiguo énfasis de la comercialización electrónica, y por el otro, el reciente énfasis de los servicios basados en páginas Web.
La comercialización electrónica es la expresión del intercambio electrónico, nacional o internacional, público o privado, de datos y de formas normadas, mientras que el comercio minorista basado en el Web es de la incumbencia de los proveedores de servicios de Internet y de la prensa de información tecnológica.
Las antiguas formas de comercio electrónico están asociadas a instituciones privadas no lucrativas para promover acciones colectivas en relación con el comercio y las formas más nuevas del comercio electrónico son fundamentalmente dirigidas al mercado.
La mayoría de los trabajos de desarrollo de políticas se aprecia que tienen lugar en las agencias regionales o internacionales, con poca evidencia de actividades en el nivel nacional o entre agrupaciones económicas subregionales. Las instituciones de educación superior y las agencias nacionales públicas o privadas de asistencia técnica en la América Latina de habla hispana están prácticamente ausentes en el escenario del comercio electrónico.
Los dos próximos retos más importantes en el desarrollo de la capacidad del comercio electrónico en la América Latina son el establecimiento de una política y de un programa de actividades bajo el auspicio de los gobiernos nacionales o de las agrupaciones económicas regionales, como Mercosur, y el establecimiento de programas e instituciones para promover la difusión de las capacidades del comercio electrónico entre las PYMEs, a través de la presentación de los adelantos técnicas, proyectos, demostraciones de las posibilidades tecnológicas y económicas y capacitación a la dirección. La demostración de la idoneidad del comercio electrónico a aquellos sectores y segmentos de la población a los cuales no es fácil dar a conocer las posibilidades del comercio electrónico en las condiciones prevalecientes del mercado, es una cuestión importante en la aplicación de una política para el desarrollo del comercio electrónico.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Tabla 1
COMPUTADORES ANFITRIONES DE INTERNET
EN AMÉRICA LATINA DE HABLA HISPANA Y OTROS PAISES
(julio 1997)
PAÍS NÚMERO DE ANFITRIONES
México 35,238
Chile 19,168
Argentina 18,985
Colombia 6,905
Perú 6,510
Costa Rica 3,491
Venezuela 2,417
Rep. Dominicana 2,301
Uruguay 1,823
Ecuador 1,078
Guatemala 882
Nicaragua 743
Bolivia 538
Paraguay 239
SUBTOTAL AMERICA 100,318
España 121,823
Canadá 690,316
Estados Unidos 825,048
Total en el mundo 19,540,325
Fuenta: Network Wizards http://www.nw.com/zone/WWW/dist-byname.html.
Estas cantidades no incluyen los anfitriones con extensiones del tipo .edu, .gov, .com, o .net, que representan cerca de 45% del total global de los mismos.
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